Por: Rich Harding
“E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová”.
Génesis 7:5
Hace algunas noches estaba leyendo la historia del arca de Noé a Noah. Hubo una parte que me impactó, decía: “Así que Noé y su esposa, junto sus tres hijos y sus esposas, comenzaron a construir juntos el bote que un día salvaría sus vidas”.
Esto me llevó a pensar: Noé no se conformó con la manera de pensar del mundo. ¡Construyó un bote enorme en medio del desierto y trabajó en él por cien años! No había ninguna señal de lluvia ni de agua en la tierra, pero este bote salvaría un día su propia vida y la de su familia. Simplemente construyó el arca de acuerdo a la instrucción que recibió de Dios.
El Señor le mostró paso a paso cómo construir el arca que sería la salvación para toda su familia. Él era un verdadero hombre, un verdadero padre y el líder de su casa. Convenció a sus parientes de seguirlo en esta aparente locura de construir un bote, pero obviamente inspiraba el suficiente respeto para que lo siguieran. Fue la decisión que los llevó a su salvación e, increíblemente, a la salvación de toda la raza humana.
¿Qué clase de padre o líder eres?
La verdad es que ninguno de nosotros es perfecto. Si miráramos nuestras falencias como padres, esposos y líderes nunca podríamos tener éxito en esos roles. La buena noticia es que encontramos esperanza en la historia de Noé. Él se salvó y salvó a su familia, lo que a su vez permitió la salvación de toda la humanidad. ¿Cómo lo logró? Hizo tres cosas.
- Primero, vivió en justicia, lo que le permitió acercarse a Dios y ser Su amigo. A través de la sangre de Jesús, nosotros podemos acercarnos a Dios sin importar nuestro pasado o nuestra imperfecta naturaleza pecaminosa. Hebreos 10:19-22 dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo […] acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”. Si deseamos nuestra salvación y la de nuestra familia, el primer paso es acercarnos a Dios a través del poder de Su sangre que nos hace justos por la fe.
- Segundo, escuchó la voz de Dios. Cuando nos acercamos a Él, Él comienza a hablarnos, guiarnos y dirigir nuestros pasos hacia lo que debemos hacer. Dios le mostró a Noé exactamente cómo hacer el arca que lo salvaría junto a su familia. Como hombres, Dios nos dio un libro como guía. La Palabra de Dios nos dice con exactitud cómo podemos construir las naves que serán la salvación de nuestras familias.
- Finalmente, fue cien por ciento obediente. Todo lo que tenemos que hacer es obedecer como Noé. Es interesante que esto era contrario a lo que el mundo a su alrededor decía. Muchos periódicos y medios tratarán de decirte cómo vivir tu vida, cómo ser y cómo actuar. Intentan convencernos de cómo debe verse la familia en este mundo posmodernista, que está bien tener dos papás o dos mamás, que se puede romper el pacto que hicimos el día de nuestra boda si las cosas se complican, que está bien pensar solo en nosotros mismos y dejar que nuestras esposas hagan todo el trabajo criando a los niños.
Estas cosas son falsas y contrarias a lo que el manual dice. Muchas personas pueden venir en tu contra, burlarse o criticarte por ser diferente. Pueden llamarte tonto o anticuado, pero también se burlaron de Noé hasta el momento en que todos se ahogaron. ¡Solo recuérdalo! Vendrá un momento en tu vida cuando la decisión piadosa que tomes de construir una familia de acuerdo a la Palabra de Dios te salvará a ti y a tu familia de la destrucción.
La pregunta es: ¿Estás dispuesto a hacer lo que se requiere para salvarte a ti y a tu familia, en esta época en la que una ola de pensamientos y actitudes impías se están levantando para destruir lo que Dios ha establecido? No voy a mentir, Noé trabajó duro para construir el arca. Te costará mucho ser la diferencia. Sin embargo, te costará mucho más no serlo.