Transmitir un legado de fe

“Solamente guárdate y guarda diligentemente tu alma, no sea que te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni que se aparten de tu corazón durante todos los días de tu vida. Las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.”

                                                                                                    Deuteronomio 4:9


Este año hemos decretado que sería un año de volver al original. 

¿Qué quiere decir esto? Es volver a hacer las cosas desde la perspectiva Bíblica y cristiana, como Dios lo planteó desde el inicio. Me encontré con un excelente libro, que lo recomiendo a todos los padres o educadores,  Hablando Una Nueva Lengua por Mark Bellies. 


Nuestra responsabilidad

En este libro el autor explica un poco de cómo era la educación del pueblo Judío con una perspectiva Bíblica.  El fundamento y nuestro mapa está en la Palabra. En el pasaje de Deuteronomio claramente vemos cómo los hijos fueron encomendados por Dios a los padres  para “enseñar” a sus hijos. ¡NO ES LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO!

El ejemplo Bíblico:

  1. Los hijos Judíos eran enseñados en casa hasta aproximadamente los 8 años. Después, algunos de ellos como un entrenamiento suplementario, eran instruidos por levitas y los sacerdotes hasta los 13 años. (Gal 4, 2 Cro. 17:7-9)  
  2. El modelo bíblico incluía tanto a hombres como a mujeres y eran educados en casa por sus padres. 
  3. La responsabilidad de los padres era conseguir buenos tutores para poderlos entrenarlos en el camino que deben andar. (Pr.22:6)
  4. Era una educación en base a principios y valores de Dios no solo de conocimientos de materias. 

Hace un par de años, junto con Rich, mi esposo, empezamos a buscar varios lugares y alternativas de estudio para nuestro hijo mayor Noah. Encontramos un colegio excelente, muy cerca a mi casa, con el método de Montessori que personalmente me encanta. Sin embargo, el día de ingreso de Noah había también otro niño de la misma edad, pero la única diferencia es que él tenía dos mamás. En ese momento entendí que no puedo arriesgar a mi hijo a que crezca en un contexto pagano, donde a lo bueno se le dice malo y a lo malo bueno. Entendí que lo que mas debo cuidar en la vida de mi hijo es su fe pura en Dios y en su Palabra. Sin pensarlo dos veces, decidimos sacarlo del colegio. 

Tal vez en nuestros países latinos no es muy común la educación en casa; hoy en los Estados Unidos es fuerte la educación en casa, donde más de 3 millones de niños al año lo hacen, es más, así también fue la manera en que la nación inició. Aproximadamente 2  de 3 de todos los líderes fundadores de la nación fueron educados en casa. Y la fe de ellos marcó las bases cristianas de esta nación.

Hace algo más de un año empecé una nueva etapa en mi vida, en donde tomé la responsabilidad de educar a mis hijos. Les voy a ser sincera, oré mucho, investigué mucho, antes de tomar esta decisión, ¡porque es bastante trabajo! 

Sin embargo, después de que Dios coloco ese sentir en mi corazón por más de un año, le dije, bueno Señor si en verdad quieres que lo haga, te pido que me hables muy claro a mi corazón. Empecé mi día leyendo el proverbio del día. Y este fue la palabra que Dios me confirmó: “instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Sin pensarlo mas, dije: amén Señor, ¡lo haré!

Me emociona, y me siento privilegiada de poder hacerlo. Quisiera motivar a cada mamá a que evalúe qué tendría que hacer para poder dar la educación a sus hijos. ¡Es nuestra responsabilidad, no la del estado!

Fruto de esta experiencia nació Arco en las Nubes, un currículo para educar en casa a niños de 2 a 6 años con un fundamento cristiano, si quieres saber más y descargar una muestra gratis puedes hacerlo aquí.